20.10.10

cursiLANDIa

Estoy celosa de vos, de que puedas estar con vos mismo todos los días.
Estoy celosa del espacio vacío (supongo) que te acompaña en tu cama. De todo el aire que te rodea, de tu cinturón. Estoy celosa de la distancia que separa tu casa del resto de tu vida cotidiana. Estoy celosa de cada cigarrillo que apoyas en tus labios. Del volante cuando manejas. De la música que escuchas. De la tele cuando la miras. Estoy celosa de tus mensajes enviados. De tu perfume. Del chocolate. Ni hablar de Bruno.
No me tiembla la voz para decirte cuán enamorada estoy de vos. Pero hay algo que tengo ganas de decirte y no puedo. Que lo siento y lo se con seguridad. Que a lo largo de mi historia nunca pude decir. Probablemente sea otro de mis tantos miedos. Y, sabiendo que es muy patético, tengo que admitir que estuve practicando mil formas de decírtelo de la manera más natural posible. Me imaginé cada situación, cada posible conversación y yo diciendotelo como quien dice buen día. Y no, no me sale. Me da vergüenza, me da pánico, me duele la panza. Y trato de pasártelo telepaticamente. Y nada. Y pienso, pienso y pienso. Y no llego a ningún lado, nunca voy a tener valor para decirlo. Por suerte, los dedos no me tiemblan para escribir un te amo.

2 comentarios:

asiqueque dijo...

jajaja
el título jajaj
mortal combat

a que no adivinas? dijo...

lo bueno es que lo que te provoca celos, en su estado natural mas alla de los mensajes, las personas y todo lo rutinario, es tuyo tan tuyo como el pijama de los ositos que tenes
capaz tenia q abrazarte mas fuerte para que se te vaya el miedo
Bueno ya voy a tener oportunidad
mientras tanto, gracias por escribirlo
sos la mas linda