24.9.15

Reflexiones de gente con tiempo libre

  • Porqué será que hacen puchos con sabor a menta, a clavo de olor, a cherry, a canela, etc, etc y no hacen con sabores salados? Yo me re fumaría un pucho con sabor a mila con fritas después de cada ensalada, por ejemplo. Y es obvio que todas las anorexicas se re prenderían. Y si seguimos diciendo que Luciana Salazar es un modelo de belleza, cada vez van a ser más. Yo no porque ya decidí que de tener un desorden alimenticio, elegiría la bulimia. Al menos las pibas comen. Mastican, tragan, que se yo... Tiene un poco más de sentido. Por ejemplo, en lo que va de estos 6 renglones, ya comí pistachos y tomé sopa, jamás podría elegir la anorexia. Igual por el momento creo que con los otros desordenes en el bocho que tengo es más que suficiente. Cuestión que: para cuando un Marlboro Bacon?
  • Me pregunto si la gente que compra el papel higiénico de los perritos, realmente disfruta de pasarse eso por el culo, porque yo no. Se desarma en los dedos prácticamente. Se hace rollito, y sentís que te estás pasando literalmente el dedo por el orto. Díganme tacaña, pero yo compro el más barato que encuentro. No necesito fregarme un papel con dibujito de cachorritos de labrador con olor a Poet caricia de bebé. Primero: jamás me limpiaria el orto con un cachorro de labrador. Y segundo, la única función de ese papel, es limpiar caca. No es necesario que sea más caro que el queso brie. Y no me vengan con que el Campanita es una lija, o que El Coloso es más áspero que la lengua de un gato. Es muy de aburguesado.
  • Inventé dos palabras: Duplidir: dividir por dos. En la antiguedad, teníamos que usar tres palabras, 5 sílabas, 15 caracteres. Hoy decimos duplidir. Y Chisdad: una verdad en tono de chiste. Ideal para explicar en qué todo tu suegra te dijo que las rayas horizontales no te favorecen. De nada, chicos.
En resumen, una gorda rata que no tiene un carajo que hacer, besis.

2.9.15

DAME LAS DROGAS, LISA

Lunes feriado. Y encima nublado. Es de esos días que no te queda otra que hacer esas cosas horribles que nunca haces como descongelar la heladera.
Descongelar la heladera no es un plan que esté por encima de otro plan NUNCA. No existe el "che, vamos al cine?", "uuh, sabes que no puedo... tengo que descongelarla heladera". Solo se puede usar de excusa para no ir a almorzar un domingo a la casa de tu abuela. Pero un lunes feriado y nublado no tengo absolutamente nada que hacer. Igual, si me conocen saben que descongelar la heladera no es una opción para mí. Pero lavé ropa, que es otra actividad odiosa. Como todas las actividades de ama de casa. Lamentablemente viviendo sola no tengo demasiadas opciones. O me compro 7 bombachas por semana, o lavo. Aburrirse es lo menos. Tenes que ponerte a pensar en todos esos "planes" que dejas para un día que estés muy al pedo. Con mucha suerte y viento a favor, encontras a alguien que está en la misma que vos, y al menos pueden aburrirse juntos. Pero la mayoría de las veces, al menos en mi caso, termino en la cama pensando pelotudeces. Por ejemplo, si las partes del cuerpo hablaran, que dirían de nosotros? Porque nosotros nos la pasamos hablando de las tetas de tal, o del orto de cual. Me imagino conversaciones entre tetas "no me banco a esas, son re falsas".
De pronto me doy cuenta que hace una hora estoy pensando eso, y que en ese tiempo podría haber pensado o hecho cosas más productivas, como descongelar la heladera. Por suerte la heladera no está tan congelada, y parece que vos estás más al pedo que yo, que hace 5 minutos estas leyendo esta sarta de giladas.
Es para estos días que acumulo cosas que "algún día me pueden servir", pensando en manualidades. Por ejemplo, tengo una bolsa con retazos de telas. Pero cada tanto me agarra algo como bronca, o vergüenza, o solo ganas de ver mi casa y que no parezca un aguantadero, y tiro y regalo de todo. Y encima me re entretengo. Hace como dos semanas estaba muy aburrida un domingo y quise buscar en mi cajita de medicamentos algo para el dolor de.. bueno.. resaca, y cuando la abrí noté que la cajita no cerraba de lo llena. Me acordé de mi amiga la que me pegó la manía de tirar todas las cajas y guardar solo los blisters, le mandamos un besito. Empecé a mirar y había como 8 de esos blisters que eran o cafiaspirina o bayaspirina (tal vez quise economizar comprando cajas enormes, o tal vez en algún momento me dolió muchísimo la cabeza y no me acuerdo) con solo una pastilla y 9 burbujitas vacías. Entonces qué hice, se preguntarán. Muy hábilmente, sentada en el piso de baño, agarré la tijera que tengo siempre a mano para emparejar el flequillo y me tomé el trabajo de cortar todos los excedentes de blister vacíos. Mientras hacía esto empecé a ver que muchos obviamente no sabía que carajo eran, y muchos estaban vencidos con ganas, tipo 2012. Entonces a la mitad de la tarea me pareció mejor llevar la limpieza a un segundo nivel y hacer dos grupos: "conocido y vigente" por un lado, y "algún día me puede servir así que no lo tiro ni en pedo" por otro. Ya se, se están preguntando para qué carajo me podría servir: para nada, soy acumuladora y me aferro a TODO lo material. Recién tiré el ticket de un anillo que me compré en mayo que guardaba de recuerdo. Esto es hashtag real--> #real. En fin, volviendo al tema, puse en su lugar la cajita de los medicamentos sin excedente de blisters, ni drogas caducas. Tiré en el tachito todos esos pedazos de blister recortado, jarabes (dos) para la tos vencidos y gasas sueltas con una higiene similar a la del caño de un 33 en hora pico. Quedamos en el piso los medicamentos vencidos alias la pila de "algún día me puede servir", yo, y 3 pares de zapas que ya prácticamente conviven entre el inodoro y el bidet. Y los dos gatos mirando fijo, obvio. Los miré, me miraron. A las pastillas, no a los gatos. Pensé como 5 minutos para que carajo las podía querer. Descarté hacer un collage. Descarté ver si servían para intoxicar a alguien. Descarté empezar a juntar pastillitas en un frasquito de adorno. Listo, se me terminaron las ideas y decidí tirarlas. Perdoooooon, siento mucho si llegaste hasta acá pensando que iba a pasar algo interesante. Me entretuve un ratito sacandoles fotos y las tiré al inodoro. Besito.

12.7.15

Feliz domingo para todos

Domingo 18:52, llueve. Con esto hubiera sido suficiente para deprimirme, pero además estoy trabajando mientras escucho funcionar el lavarropas. Y me siento terriblemente bien. Tal vez porque mientras trabajo, veo Tiempo de valientes, le hago mimos al gato, tomo un capuccino sabor mousse de chocolate y avellanas, y pienso que cocinar para la cena. O tal vez porque hasta ayer mi lavarropas no funcionaba. Y cuando vivís sola y acabas de tarjetear en 4 cuotas un choque del auto, y en 3 meses te vas de viaje, lo último que querés es que te rompan el orto con un arreglo doméstico, y mucho menos quedarte sin lavarropas. Y volví a tenerlo por la módica suma de 1 vinito que le dí en agradecimiento al vecino de mi vieja que, a pesar de ser su laburo, no me quiso cobrar por arreglarlo. O tal vez porque estoy valorando mucho el hecho de no tener la resaca horrenda que tuve ayer. O tal vez son los antidepresivos. Chiste, no tomo eso. Los domingos.
Y este domingo, con lluvia, lavarropas, trabajo y todo, es de los mejorcitos. Hace unos meses, en otro capítulo de "Conocer gente en apps: why not?" tuve un domingo mucho más deprimente.
Se vencía la orden que me había dado la médica clínica para hacerme análisis. Si o si tenía que estar el lunes a las 8 en Esmeralda y Diagonal Norte. La idea de este control, era ver si me habían bajado los niveles de colesterol y trigliceridos, que después de un verano a pura birra y picada, me dejaron más cerca de Cuestión de Peso, que de un jean de Wanama. Así que los últimos meses prácticamente no bebí, y comí más sano. Todo esto viene a que me pareció que no daba para escabiar mucho la noche anterior, y eso fue lo primero que pensé cuando un pibe con el que había estado chateando me dijo de salir a cenar. Conocer a alguien por primera vez sin beber, es un fracaso asegurado, pero le dije que sí.
Buscando lugar para estacionar, pasé un par de veces por la esquina donde nos íbamos a encontrar y lo vi parado contra un árbol. Podría describir los 50 detalles que hicieron que ya en ese momento no me guste para nada, pero se está quedando sin pilas el teclado, y ya me pone nerviosa escribir y corregir.
Estaba en el baile, tenía que bailar. Eeeeeesa jaja. Una vez sentados, decidí que no podía con eso sin una birra. Pedí una ensalada, que no terminé porque el pibe comió tres bocados y se llenó, y comer sola es un embole. Además se había terminado la birra, y ya no sabía como pilotear el embole que me estaba pegando, y no quería otra. Me tenía que ir urgente. Miraba el reloj, y pensaba que cada minuto ahí, era un minuto menos en mi cama jugando al Candy Crush. Ya no juego, pero a ese nivel de aburrimiento me parecía un planazo. Esperé hasta que la cita cumplió su hora y media entre conversaciones sobre autos y el clima. En un momento me encontré chateando con una amiga en silencio, y el pibe callado con cara de nada. Decidí que tenía que usar el llamado de emergencia, que siempre se planea en joda pero jamás había usado. Me moría de risa de solo pensar que tenía que pedirle a alguien que me llame, actuar una conversación, e inventar una excusa más creíble que "Se le murió el hamster, tengo que irme". Así que utilicé la tecnología a mi favor: dije que justo me había llegado un audio de mi vieja, y me puse el teléfono en la oreja, tapandome la otra y poniendo cara de que no entiendo nada. No sabía que excusa iba a poner, me pareció divertido improvisar. A los pocos segundos, me saqué el teléfono, y con el ceño fruncido dije lo primero que se me vino a la cabeza: "Mi abuelo tuvo un ACV. Vive en Monte Grande. Mi vieja está yendo con él en una ambulancia a una clínica en Avellaneda. Van a demorar un poco, pero me tengo que ir. Qué agarro desde aca? Me conviene Av. Corrientes hasta el obelisco, no? O habrá mucho tráfico? Capaz debería ir por adentro. Uf, jaj no puedo creer que mi abuelo tuvo un ACV ja.. jaja.. jjjj... JAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ jjaja fiuuu, bueno. Ahí está la moza. Disculpame, me traes la cuenta por favor? Che, estaba rica la ensalada. Bueno, vamos?" Y recién respiré cuando llegué a casa y me di cuenta que no me había seguido hasta ahí para desenmascararme y hacerme sentir un sorete por usar a mi abuelo muerto para escaparme de una cita.
Así que este domingo de lluvia, lavarropas y trabajo, es tan bueno que me senté a escribir sobre él.

19.5.15

TETAS. Ahora que tengo su atención, este post se trata de tetas

Está re de moda ser mujer y quejarse de los hombres que te gritan cosas en la calle, los que te apoyan en el bondi, y los que te cosifican. A mí tampoco me gusta, pero no me pasa mucho. Será que la papada ya me está afectando audición, y que los que me rozan en el bondi es porque es físicamente imposible esquivar mi culo. Así de sexy y todo, no tengo levante en la vía pública, pueden creer?
De hecho yo soy la que suele acosar hombres. Solo que ellos no se enteran. Por ejemplo, una vez nos fuimos de vacaciones a un complejo de cabañas en Uruguay con mi familia. Yo iba a la primaria, re pequeña. Y me gustó un chico (no flashé amor, nos gustamos mutuamente aunque ninguno se lo haya dicho al otro ni haya pasado nada) que era de Olivos y tenía mi misma edad. Cuando volvimos fuimos amigos telefónicos por un tiempo, y una vez nos vimos dos segundos en una heladería en Vicente Lopez, y eso fue todo. Ja, eso es lo que el cree, iluso. Yo tenía fotos suyas página por medio en mi agenda Pascualina, y un cartel con su nombre en la cabecera de la cama. No se bien como suena esto del cartel, pero era terrible: SERGIO. Letras góticas, hecho a mano con marcador azul, cada letra en una hoja cuadriculada. Muy miedo.
Otra vez, también en la primaria, me gustaba un chico que se llamaba Nicolás (ahora lo tengo en Facebook, así que Nicolás, si estás leyendo esto, hola) y tenía un cuadernito donde anotaba todo lo que sabía de él: la pantente del auto de la mamá, el nombre y fecha de cumpleaños de la hermana, y demás cosas importantísimas. Lo más horroroso que llegué a hacer por Nicolás fue guardar un papel de Frutare de frutilla que comió en un recreo. Por último, como frutilla de la torta de la psicopatía amorosa, y para que vean hasta donde corrí el límite de lo aceptado, una vez salí 6 meses con un chico que se iba a vivir a Nueva Zelanda, y para no olvidarme todo lo que me gustaba, escribí (y fotocopié, vaya uno a saber para qué) El diario de Darío, donde escribía todo lo que hacíamos. La tapa era una foto de él con una tanga mía. Ahí me retiré, y me dediqué a ser normal. JAJAJAJ re que no lo cree nadie. Solo espero que esto nunca llegue a manos de mi psicóloga. JAJAJA re que no voy a terapia. 
Bueno, basta de pelotudez, todo esto venía a otra cosa. O sea, a otra pelotudez.
La otra vez estaba en un bar tomando una birra con un amigo. Uno de esos días en los que estás de buen humor y por eso sos más linda y emanas buena energía. Estábamos sentados en una mesita alta con dos banquetas, y al lado nuestro había una mesa de altura normal con 3 tipos. Uno de espaldas, camisa blanca arremangada, pantalón de vestir y zapatos negros bien brillantes en punta. Tenía gel, y fumaba Camel. O sea, nada más lejos de la clase de hombres que me atrae. Yo estaba en la mía, pero la mía siempre incluye mirar a mi al rededor y empecé a notar que el pibe se daba vuelta y me miraba. Los otros dos me miraban, pero era más natural porque me tenían en su rango de visión, o como poronga se diga. Como estaba de buen humor y me sentía linda, pensé que simplemente me miraba. Además, era la única mujer en el sector, y tal vez dije en voz un poco alta varias veces la palabra pija, o culo. Pero no, nada de eso. El pibe me miraba las tetas. Me miraba alevosamente las tetas. Se daba vuelta y fichaba bubis. Un rato después, cuando ya me había empezado a incomodar, le digo a mi amigo:
- Ay boludo, este goma no para de darse vuelta a mirarme las tetas, que onda?
Él bajó la mirada a mis pechos, y no pudo decir ni una palabra. Se empezó a reír a carcajadas, se tambaleó en la silla. Parecía como si hubiera pasado algo muy muy muy gracioso, pero no me imaginaba que hasta que TENIA UNA GOMA AFUERA. Cerrame la 15.

22.4.15

Que tu hija fume es perjudicial para la salud

Mi vicio empezó a la temprana edad de 8 años. En ese momento decidí que era el vicio que quería tener el resto de mi vida. La persona más cercana que fumaba, era la mujer de mi papá, y yo amaba los fines de semana cuando me dejaba manejar el encendedor para prenderle un pucho, de la misma manera que mi mamá odiaba los domingos a la noche cuando volvía llena de olor en el pelo y la ropa. Obviamente no me dejaban fumar, pero controlaba mi ansiedad sabiendo que tarde o temprano iba a poder decidir por mi misma. Y así, a los 13 años probé mi primer cigarrillo, acompañada por mi prima. Creo que para ese entonces la jermu de papá ya no fumaba (o lo hacía a escondidas, ejem, no soy tan boluda), pero teníamos un tío abuelo que fumaba muuuuuuuucho. Uno de los tantos almuerzos familiares de domingo en la casa de mis abuelos, con mi prima llegamos a la conclusión de que hacernos las que peleabamos en el balcón para llamar la atención de los vecinos había pasado de moda, y teníamos que redoblar la apuesta. Mientras una distraía a la familia mirando para un lado, la otra iba por abajo de la mesa, y robaba una colilla apagada del cenicero. Si si, lo que leyeron. Fumabamos los restos. Me acuerdo que era enero. No tiene nada que ver con nada ahora, pero ya va a tener sentido. La cuestión es que tuvimos nuestra primer experiencia con el tabaco con puchos usados.
En ese momento era una travesura de pendejas, pero a los pocos meses empecé el secundario, y ya estaba lista para comprar mis propios puchos como nena grande. Ese primer atado me salió $1,20. Phillip Morris común. Y ese primer atado, fue el que mi mamá encontró la primer noche que durmieron conmigo. Así de boluda soy. Obviamente me comí tremenda cagada a pedos. Pero no solo no dejé de fumar, sino que seguí haciendo idioteces como fumar encerrada en el baño con el extractor prendido creyendo que nadie se iba a dar cuenta. Otra cagada a pedos importante.
Así pasaron los años y los intentos de mis padres para que dejara ese horrible vicio. Olvidate, el tabaco y yo estábamos destinados a estar juntos. A los 18 años lo aceptaron, y empezaron a dejarme fumar en su presencia, pero solo en lugares públicos, o fechas especiales y no me miraban. "Si no te veo no está pasando".
Un día, dejé. Así como quien dice que no quiere volver a comer tomate, que también me pasó. Pero cuando me fui a vivir sola, dos años después, sentí la necesidad de fumar en mi casa, cosa que nunca me habían dejado hacer. Durante dos meses fumé mientras cocinaba, mientras cagaba, mientras miraba tele, mientras me depilaba los bigotes, todo el tiempo. Tanto, que me dio asco y volví a dejar.
Y una vez más, después de otro bache de dos años, me dieron ganas de fumar otra vez. Empecé a fumar mucho y comer muy poco, y un día sentía que tenía prendida fuego la garganta. Sí, de bajar de peso ni hablemos. La llamo a mi vieja para ver que podía tomar:
- qué hacés ma, todo bien? (con voz de dar lástima para que me traiga un remedio)
- si chu, qué pasó?
- nada, que creo que tengo acidez.
- QUUUUUUEEEEEE?????
- ay ma, eso, me quema la traquea, faringe, esófago o lo que mierda sea, qué hago?
- PERO ESOS SON LOS SÍNTOMAS??? CÓMO SABES???
- no, no se ma, por eso te llamo para que me digas que hacer, nunca tuve, y no se que tomar.
- MARIANA VOS ME ESTÁS CARGANDO QUE ME LLAMÁS ASÍ Y ME DECIS QUE TENES HIV???

Palmas para mamá.


27.3.15

Acá tenes ketchup para esa papa frita

Cuando hace un tiempo considerable que estás sola, digamos que ya te acostumbraste a no dormir con alguien que te de un beso de buenas noches, a remarla para conocer gente, a no tener con quien coger cada vez que queres coger, a chatear más con tu vieja que con un chongo, a vestirte como un homeless (y oler también) cuando estas en tu casa, a cambiarte la bombacha una vez por semana, a cagar en las piedritas del gato, A RASURARTE EL BIGOTE PORQUE TOTAL NO VAS A PINCHAR A NADIE... uff me emocioné y perdí el punto. Cuando no estás soltera, sino que lo sos, cualquier estímulo al autoestima es bienvenido. Si tenes suerte, apenas te separas tenes tres machotes arrastrándote el ala. Si tenes suerte, tenes guardadito un as bajo la manga para las noches de soledad. Si tenes suerte, no necesitas todo eso. Y si tenes suerte, no sos yo. Yo quiero coger y no tengo con quién. No hablo de cualquier roto para mi descocido (mm quedó raro), eso se consigue. Pero no algo que cumpla los requisitos mínimos. Si es divertido, es un bagarto. Si te coge bien, tiene novia. Si está bueno, no te da cabida. Si es inteligente, no te calienta. Y así.
Por eso cuando encontramos a alguien que cumpla dos o trés, ya flashamos amor. Y con eso me refiero a tener las cosas claras. Es lo que es, no hablo de títulos, solo tener un vínculo relajado y fluido.
A veces, en este momento de soltería, preferís sentirte linda, o deseada, más que coger en sí. Y ese día me tocó hace poco. Me crucé con un chico que cumplía varios requisitos: estaba bueno, era divertido e interesante. Evité hacerle algún tipo de comentario a mis amigos (que lo conocían), porque pfffff mirá si ese potro lleno de personalidad me va a dar bola.
Apenas me fui un amigo me avisó que el pibe había preguntado por mí. Todavía me acuerdo esa sensación de I'M THE KING OF THE WORLD que las feas no estamos acostumbradas a sentir.
Iba manejando con una sonrisa de oreja a oreja. Semáforo. Frena un auto al lado, bajan las ventanillas: 3 pibes. El primero me dice "no me digas que ya te vas a dormir, en qué falló el pibe?". Imagínense mi autoestima como un velocímetro: venía en "the king of the word" y no sacaba el pie del acelerador. El segundo me dice "si me preguntas cual es mi sueño en este momento, te digo que tener un cita y que aparezcas vos arriba de ese auto". Y ya me la empecé a creer en serio. Soy una diosa, manejo un auto hermoso, puedo tener al hombre que quiera, soy exitosa, perfecta, y si estoy sola es porque quiero. No me bajaba nadie de ahí, eh. Hasta que el tercero me dijo el mejor piropo que escuché en la vida: "vos... vos sos un combo agrandado".

12.3.15

Fito tenía razón

No se si es una tendencia, o pura casualidad, pero todos los profes de música que tuve en los colegios por los que pasé, amaban a Fito Paez. O se pusieron todos de acuerdo para hacernos escuchar tantas veces todos sus temas, que lo terminemos odiando, ojo. No descarto un complot.
En séptimo grado, cuando todos se ponen melancólicos, cantamos Brillante sobre el mic en el acto de despedida. Desde entonces odio ese tema. Pero mirá que loco, que no puedo dejar de cantar en mi mente que "hay recuerdos que no voy a borrar" cada vez que pasa algo que, valga la redundancia, no voy a poder olvidar jamás. No se ustedes, pero yo tengo muy mala memoria, no pasa seguido.
Y no me refiero a algo que te acordas de hace mil años y no sabes ni cómo, ni para qué ocupa espacio en tu cabeza, como el número de línea (sin el 4) de tu mejor amiga de la primaria. Digo esos momentos que mientras están pasando sentís como si se estuvieran tatuando en tu alma. Bueeeena, poeta.
La última vez que me pasó, no fue justamente con un grato momento.
Resulta que, en esta vorágine de Tinder, conocí a un pibe y flashamos amor desde el minuto 1. La primer semana, nos vimos 5 días y me presentó a su hija, a su vieja y amigos. A los 15 días nos fuimos de viaje y ya dormíamos todas las noches juntos. Esas cosas que son cualquiera, pero elijo disfrutarlas mientras tanto. La cuestión es que a los 3 meses prometerme un reino de amor eterno, me dejó en Pampa y la vía jugando a la escondidas con mi autoestima: decidió volver con la ex y madre de su hija. Pero con el cinismo que lo caracteriza, me dijo que me quería ver una última vez, y que tenía ganas de ir a cenar a algún lugar lindo conmigo. Y yo con la pelotudez que me caracteriza, acepté. Fuimos a Kansas:

  • Tomamos unas cervezas mientras esperábamos la mesa.
  • Pedimos ribs.
  • Llama su ex. Le dice que está en Kansas, que es re lindo, que lo googlee, que está solo, que después hablan.
  • Pedimos cheesecake.
  • Aparece la ex con la hija a las puteadas.
  • Él le ofrece una silla, una cuchara  y algo para tomar. Ella dice que no. La nena se tira al piso y llora.
  • Yo abro los ojos como 2 km.
  • Pide la cuenta, paga y se van.
Y ahí quedé yo, frente a medio cheesecake, inmóvil y con los ojos desorbitados pensando en Fito Paez.


20.2.15

Cómo perder a Maru en 7 días

Que gracioso. En el 2014 literalmente me enamoré más veces de las que cambié las sábanas de la cama. Hubo un fin de semana largo, de 4 días, que salí con 6 pibes, y con uno repetí. Muy inocentemente, tengo que decir que lo que más me gusta de conocerlos, es cuando todavía no los conozco. Cuando me enamoro por chat. Cuando todavía no se que que es muy bajito, o que se separó hace 3 días y habla todo el tiempo de la ex. Cuando te quieren coger, entonces son re copados.
Los últimos 12 meses descarté pibes por tener cara de nerd, tomar merca, ser poco masculino, solo querer coger, no querer coger, no tomar cerveza, ser demasiado peludo, ser demasiado pelotudo, tener pito feo, corto, doblado, rojo, raro, hablar mucho, hablar poco, tener nombre polémico, hacerse el interesante, vivir lejos, etc. Pero el pibe mejor descartado, fue uno que se enamoró de mi en 48 hs.
Las 48 hs que me llevó sacarlo de mi casa.
Empezó como todos: pegamos onda en una charlita un viernes y quedamos en salir el sábado.
Nos encontramos a las 9 de la noche en un bar por Caballito. "Siempre que vengo acá, arranco con una pinta de cerveza con vodka", me dijo, y me enamoró. Después de esa, vino otra. Y otra. Y después la mesera nos recomedó que probemos la que viene con ginebra.
Obviamente, recuerdo pocas cosas de esa noche. Sé que ambos lloramos. Sé que bebimos demasiado. Y sé que nos fuimos a mi casa.
Al día siguiente había quedado con una amiga en juntarnos a la tarde a tomar birra como todos los domingos.
- Che, yo me tengo que ir a lo de una amiga
- Eso significa que me tengo que ir?
- Estem, no, si queres vení
- Bueno.
Maldición. Hasta ahí me parecía un poco copado que se prenda en todo. Compramos una ginebra y nos fuimos a lo de mi amiga. Me preguntó cómo ir de mi casa al trabajo. Ahí descifré, con mi super capacidad de deducción, que se quería quedar a dormir en casa. Primero, le pregunté su apellido. Después, le pregunté si no prefería irse a su casa a bañarse y cambiarse, porque seguía igual vestido que el sábado a la noche, y por mi ducha no pasó. Llegué a dudar que fuera un homeless. Nos terminamos acostando como a las 4 de la mañana. Yo no estaba trabajando así que no me tenía que levantar, y él intentó varias veces faltar al trabajo y seguir durmiendo, pero ese fue mi límite. Y el límite de nuestra primera cita.
A los dos días se invitó a dormir a mi casa, después de un partido de fútbol. O sea, salió de jugar, vino a mi casa, se bañó, yo lo esperé con la cena, y creo que ahí dio por hecho que ya estábamos casados.
Ya sé lo que deben estar pensando, que soy una boluda, que yo me presto a estas cosas y blablabla. Callense.
El día 5, a menos de una semana de saber de su existencia, tuvimos nuestra primera discusión. <3 p="">Le dije que la dejemos ahí, me pidió que nos vieramos, No se decir que no, quedamos en ir el sábado a una fiesta. Imagínense las ganas que tenía de ir, que invité a un amigo a cenar con nosotros y después salir.
Acá viene lo mejor: en la fiesta me agarro un ataque de pánico, me fui a sentar afuera y le dije que quería irme a dormir sola a mi casa. Adivinen que me respondió! "Pero cualquiera... si tu cama es re grande... ni te enteras que hay alguien durmiendo al lado".
La remató al día siguiente con un mensaje que decía "Todo bien con tus ataques, pero me pareció cualquiera lo que hiciste. Nos vemos en Disney".
Me limité a responderle "Dale, beso". Pero qué ingenua fui al pensar que eso iba a terminar ahí!!!
Las siguientes dos semanas me siguió hablando e insistiendo para verme. Que él no era así, que perdón, que le de otra oportunidad, que no se cuanta mierda más.
Al día siguiente en su Facebook: "En una relación con... otra". OK.