11.10.11

Del verbo acosar: un tropezón no es caida

Ok, estabamos en eso de tratar de zafar de este brasilero que a 4 hs. de conocerme me invitó a conocer a su familia en bicicleta y vivir en el Amazonas y a 15 hs. de conocerme estaba diciendo cosas como que yo era la persona que había estado esperando toda su vida. WHAT?!?!?! MIEDO! Ni siquiera garchamos, no sabés si soy hermafrodita o una loca roba órganos. Ni tampoco fui simpática, cariñosa, ni tampoco entendí el 85% de las cosas que hablaba. Le hubiera dicho que era travesti pero si quería chequear la data se iba a complicar después explicarle porqué le mentí. O capaz le gustaban los trabas, quien sabe. Siempre hay un roto para un descosido. Pero yo tenía que deshacerme de él sutilmente y no dejar mal parado a todo el género femenino. Aunque hay cada conchuda hija de puta que se encarga de enterrarnos, que es complicado salir de la bolsa. Ese es otro tema. Se me ocurrió un plan. Llamé y corté a una amiga para que me llame y "me diga de hacer algo". Ella ya sabía que iba a estar con este pibe y era mi llamado de socorro, así que "me invitó a la casa". Le dije al brasilero que bueno, que mi amiga me estaba invitando a la casa, que hacía mucho que no la veía, que ya habíamos organizado para vernos ese día y que no le podía cancelar. Yo esperaba ver su corazón roto. O esperaba verlo afuera de mi auto al menos. Pero no, el turro me dijo VAMOS. Que se yo, está para discutir, pero a mi no me gusta desinvitar a la gente que se autoinvita. Me pone incómoda, prefiero que venga y se sienta incomodo. Entonces eso hice, lo llevé a la casa de mi amiga. No lo podíamos creer, era un goma terrible, no paraba de hablar en portuñol. En un momento se sentó en la computadora a mostrarnos fotos de alguna red social brasilera que desconozco.
- Esta es meu sobrino. La filla de meu hermana. É belísima, no?
- Uh, si, que linda que es. Contame más, va al jardín? Tiene novio? Cuál es su comida favorita? Cuando se tira al agua, se tapa la nariz?

La realidad es que la situación se tornó insostenible. Se estaba haciendo de noche, era domingo, teníamos hambre, la emoción de hacerle probar mate a un extranjero ya había pasado y no habíamos conseguido que el freak se vaya. Hasta que se me prendió la lamparita.

Continuará...