Siempre fui bastante pajera. En todo sentido. Todavía me acuerdo la cara de mi papá la primera vez que le dije que tenía "paja" de hacer algo. A juzgar por su expresión, creo que tomo la palabra "paja" en un sentido demasiado literal. Y me acuerdo de la cara de mi papá la última vez que se lo dije. Fue ayer y todavía no acepta el término y pone cara de que tendría que decir fiaca. "Fiaca" se lo dejo a los niños y viejos, a mi me da paja TODO. Por eso, ya desde chiquita, mi papá me decía "1° de mayo" o "la ley del menor esfuerzo". Y aunque algunos aseguran que la verdad no ofende, la frase "la verdad no ofende" si me ofende justamente porque no es verdad. Me ofendía que mi viejo me dijera eso hasta hace una semana cuando renuncié al trabajo y todos mis días son un 1° de mayo. Pero si me preguntan qué estoy haciendo y respondo "nada" les estoy mintiendo. Mirar Intrusos es hacer algo, charlar con el gato es hacer algo, sentarme en el balcón a tomar mate (cerveza) y leer (la revista Viva) es hacer algo, ta?.
Y también soy pajera en el otro sentido. De chica, mi canción favorita de Chiquititas era la de Georgina, "Estoy enamorada de todos, de todos, de todos". Justamente porque me sentía muy identificada. Ya un poquito más grande compuse ese tema que les conté: "Gusto de Bruno, y de Alan y de..". Bastante plagio, pero como ver tanta televisión, y más precisamente Chiquititas, me quitó la imaginación, no me da culpa chorearles una canción. Aparte siempre quise ser parte de su staff y nunca me contrataron, así que que la chupen. La cosa es que pasaron los años y yo no cambie. Nadie cambia en realidad, pero no me voy a colgar hablando de eso. Corría el año 2007 y nuestras hormonas (mías y de mis amigas) estaban alborotadísimas. Y eso, sumado a nuestra condición de mujeres (o sea, arrastadas) era una combinación de la concha de la lora. O al menos era donde siempre nos mandaban los pibes después de que le rompieramos bien las pelotas. Al principio sufríamos. Nos sentíamos rechazadas, humilladas, una manga de boludas. Pero como siempre, la solución es reirse. Entonces empezamos a jodernos entre nosotras con las cosas que cada una hacía por algún pibe. Pero se tornó un tanto competitivo todo. No se si el resto lo sintió así, pero los que me conocen saben que soy bastante competitiva. Y la mejor. Entonces me esforcé mucho por ser la más arrastrada y conseguir las mejores anécdotas que más dieran que hablar en las cadenas de mails y las juntadas de los domingos para recomponer aquellas noches que patinabamos tanto. No, no ibamos a My Way a patinar sobre hielo. Ibamos a Goa y los tragos salían $3. ¿Cómo no tomar hasta olvidar?. Ahí fue cuando mi reputación fue barranca abajo y se me había vuelto un vicio hacer papelones con pibes. Pero claro que ponerme límites a mí misma es imposible. Gracias viejos por dejarme ser una pendeja reventada sin límites, eh. Pero como ya les dije, soy la mejor y se me ocurrió una gran idea: compré un anillo de plástico muy muy feo y propuse que la que durante el fin de semana tuviera la actitud más arrastrada, tenía que usarlo toda la semana yyy el fin de semana siguiente. Lo llamamos "el anillo chupapi". Los domingos se hacía la ceremonia de traspaso donde el jurado (nosotras mismas) votábamos quien lo merecía más. Ahí mi reputación, uf, mi reputación era otra cosa. Ahora no era una arrastrada más. Ahora no me arrastraba por nadie. Ahora nadie me dejaba que me arrastrara por él. Ahora era conocida como "la loca que intenta arrastrase que tiene un anillo gigante y horrible que entraba al chat porno de Uol con dial up cuando su familia se iba a dormir". Bueno, ese detalle quizás lo agregué yo.
2 comentarios:
que genial. soy igual...
también llevaría el anillo.. ahora lo llevaría por arrastrada....
te dejo una entrada mia de ahce un mes creo que se llama pajera! jaja
http://sunshineinhonolulu.blogspot.com/2011/10/pajera.html
(por dios ya lo arregle... como se me paso cerveza SOL rapido y furioso)
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