10.11.10

La dama y el vagabundo en un mismo cuerpo

No está en discusión que en otra vida, así como Luli fue negra, yo fui un pibito. Y uno bastante cabeza al parecer. No reniego contra eso, dejo salir mi camionero de adentro cuando le pinta. Hablo de autos, me siento con las piernas abiertas, digo muchas guarangadas, duermo en calzoncillos, me cargo nafta del surtidor yo solita, una vez me dijeron "casi casi parecer mujer", me gusta tomar del pico, en fin, soy bastante poco femenina. Pero hay situaciones en las que me doy cuenta que todavía, hay una señorita dentro mío. Como cuando lloré con la canción de Leo Mattioli o cuando le quise proponer matrimonio a la única persona que me hizo sentir una mujer digna ultimamente, o sea, la depiladora.
Pero lo que me preocupa llegó hoy. Ayer la batería de mi auto murió y tuve que llevarlo al ACA. Sigue siendo una actividad bastante masculina, abrí el capot, le hice cambiar una lamparita que no funcionaba, y me fui. Pero esta mañana cuando me subí al auto para ir a desayunar a lo de mamá, el auto había muerto nuevamente. Entonces, sin ponerme histérica (bastante poco femenino también) llamé al service del ACA para que vinieran a cambiarme de una vez por todas la bendita batería. El señor era muy buena onda, me rompió el orto con el precio de la batería, pero con onda. Charlamos, me dio algunos consejos y cuando terminó de darme los papeles y yo le di la propina, me acerqué sin pensarlo y le di un beso. Sí, saludé con un beso al mecánico todo engrasado. Eso es ser una dama.

1 comentario:

asiqueque dijo...

sos lo mas boluda te banco en esa de lleno y quiero saber qué pasó después