17.12.13

La ventanita de los sueños XXX - Parte I

Hace 3 años me mudé sola a un departamento de lo que más me convencía. Tengo ese miedo boludo de estar en un edificio y sentir que si miro por la ventana, se va a caer. No derrumbar como un jenga, sino caer como si tuvieras los pies pegados al piso, las manos atadas al cuerpo y alguien te empujara. Por eso no miro mucho por la ventana cuando visito departamenos, y por eso elegí éste, lo siento estable. Es una especie de duplex, en un edificio de 5 pisos, con 8 departamentos. Cuando me mudé estaban todos libres así que pude elegir. Los primeros 6 me gustaron mucho, pero cuando entré al 7mo me enamoré. Un ambiente amplio (aunque incómodo para acomodar muebles) que incluye cocina, living, comedor, un ventanal enorme a un balcón donde entra una mesa de pool, un bañito y una escalera que te lleva al cuarto principal. Justamente por eso es incómodo para poner muebles: una pared es todo ventanal, una pared es todo escalera, una pared es todo cocina, y en la otra tenía que poner todo lo que necesitara pared atrás.
Solo había tres cosas que no me convencían del departamento: la orientación al oeste sin ninguna construcción que tape el sol de 14 a 20 hs (que lo solucioné con un toldo, unas cortinas de blackout y un aire acondicionado), que el techo de mi habitación esté justo abajo de la pileta (que lo solucioné confiando ciegamente en el constructor), y que en el baño principal, más precisamente en la ducha, haya una ventana de 50x90. Sisi, la bañera tiene cortina de un lado, y ventana del otro. No es que suela ser exhibicionista, pero no me parecía tan grave, considerando que da al pulmón de manzana, y que no hay edificios enfrente. Solo hay un edificio 30m a la izquierda, y nunca vi a nadie asomarse por una ventana.
Generalmente la gente cuando lo conoce, me pregunta porqué no tapo la ventana con algo, si no me da vergüenza que me vean de afuera, si me excita pensar que alguien puede estar mirándome, etc. Me dieron mil consejos de cómo solucionar un problema en el que nunca consideré invertir ni plata, ni tiempo físico o mental.
En los 3 años que llevo bañándome diariamente (ponele) nunca me intimidó la ventana. Nunca vi a nadie. Nunca me preocupé por mostrar mis pechos al pulmón de manzana. Hasta hoy, que tuve la experiencia más erotizante que podía imaginar.
¿Quieren que se las cuente?

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