Me encontré en la página de la RAE leyendo definiciones para poder ponerle la palabra justa a lo que siento, y aprendí mucho. See. Por ejemplo, que la diferencia entre ilusión y esperanza, es la probabilidad de que un deseo se transforme en un hecho o no. O sea, la ilusión es una representación de algo no real, y la esperanza es cuando ves posible que sí se haga real esa mierda de cosa que tenes en la cabeza. Definitivamente lo que tenía era una ilusión, y ahora que se rompió, soy una ilusa, que según la RAE tiene dos significados:
1. Engañado, seducido.
2. Propenso a ilusionarse, soñador.
Pffff, no tengo ni que pensarlo, soy el 2. Pero no buscaba definirme a mí, sino a lo que siento. Seguí navegando en la página de la RAE -que por cierto es una poronga- y fui por 'decepción': desengañar, desilusionar. Se podría decir que es una decepción, sí, y que es causada por falta de interés. Obviamente no está ese término, pero si está interés:
1. Valor de algo.
2. Inclinación del ánimo hacia un objeto, una persona, etc.
Exacto, entonces: soy una propensa a ilusionarme y estoy decepcionada por la falta de valor que me dieron. Está bien, no se puede pretender que alguien tenga una inclinación de ánimo hacia vos si no quiere. Y no quiero ser menos soñadora, así que me fumo mi desilusión calladita la boca, y a otra cosa mariposa.
Just for the record, el 14 de febrero también es el día de San Metodio de Tesalónica, que no se que mierda significa, pero me voy a embriagar en su honor y están todos invitados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario