14.5.12

No sos vos, soy yo: O tal vez soy yo II


- Preparate un bolso que el finde largo nos vamos a Mar del Plata, estoy re caliente.
Se emocionaron, ¿no? Yo también, pero era mi hermana. Se había peleado con el novio y necesitaba despejarse unos días. Parece que cuando convivís, las cosas son distintas. Imagínense cuanto se de convivencia que ni se me ocurrió un ejemplo para poner. Menos mal que mi gato no sabe leer o se pondría celoso. Bueno, que se yo, no era EL plan de mi vida, pero al menos no iba a tener que ordenar el placard. Sacamos pasajes y nos fuimos.
Yo antes de subirme a un micro, analizo la posibilidad de conocer al amor de mi vida ahí. Me parece una idea muy romántica. Y me veo de viejita, contandole a mis nietos que yo conocí a su abuelo en un viaje en micro a la costa. Pero, aunque deposito mis expectativas en eso, viajo lo más crota que puedo. Que me sale. Que soy. Tampoco es que Retiro amerite mucho glamour. Jean, buzo gap, medias coyas (nunca descuido la temperatura de mis pies). Yo viajaba del lado del pasillo porque todavía no decidí que lado me gusta más, y como mi hermana "estaba triste", "había que consentirla en todo". Esos chamuyos que los hermanos mayores creen que los hermanos menores creemeos. Yo no la vi muy triste el sábado a la noche, con la minifalda, haciéndose la pendeja e intentando calentar al barman para que nos regale más fernet. Así es, ya le había sacado 4. Pero no nos adelantemos. Los pasajeros se estaban subiendo y acomodando en sus asientos y yo estaba muy ansiosa por conocer a mi co-compañero de pasillo. Todavía no estaba muy baqueteada, no había reclinado mi asiento ni sacado mi almohadita de la mochila. Pero parece que mis ganas de que sea rockero, potro y soltero, no fueron suficientes, y me tocó una mina con un pendejo de 2 años a upa. 6 horas. Gritos, llantos, baba, olor a mierda y mucha cara de orto en los asientos que rodeaban. Dios bendiga a mi ipod. 
El finde fue todo muy tranquilo, me olvidé de la busqueda del príncipe azul. Hasta el sábado a la noche. Se nos ocurrió ir a tomar algo a algún barcito. Bah, esa era la idea. Pero cuando me quise dar cuenta, estaba ebria, en un boliche, riéndome a carcajadas por primera vez en el año, hablando con un chico. Por primera vez en el año estaba hablando con un chico; reírme a carcajadas pasa cada vez que... no sé. Pero estaba hablando con un chico. Nahuel.

Continuará...

4 comentarios:

Camila dijo...

Todo mal que estés tan pajera y me cuentes la historia en tres partes

La Hilarante dijo...

pero esta en la costa!!!!

es un bardo el amor a distancia...

Panqueca dijo...

No quería ponerme violenta pero... sos una pajera, vení ya y terminá de contarnos que pasó con tu hermana haciéndose la pendeja y este tal Nahuel.

Anónimo dijo...

Bueniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima la historia ehhhh. No puedo aguantar mucho mas sin conocer lo que sigueeeee. Cada parte le rompe el orto a la que la precede...

Cierta Persona