Pocos placeres son tan odiosos como irse un fin de semana largo a la costa. Era una noche muy fresca en Mar del Plata y yo lloraba. Lloraba desconsoladamente, sola, sentada en la puerta de una casa en una de las esquinas de Alem, la calle de los bares. Si tienen un poco de paciencia, ya les voy a explicar el porqué de mi angustia. Primero, los voy a poner en situación. Hacía un tiempo que estaba sola. Con 'un tiempo' me refiero a varios meses y con 'sola' a que estaba tan caliente que casi le saco el asiento a la bici.
Desde la última vez que había garchado con amor, hasta ese día, había descongelado el freezer dos veces, para que se den una idea del tiempo que pasó. El año estaba pasando muy rápido. Bah, como todos los años cuando de pronto es 17 de mayo y no bajaste todo lo que subiste en las fiestas, entre ensalada rusa, cerveza, turrones varios, vitel thoné, sidra, almendras bañadas en chocolate, fernet, anana fizz, champagne, más cerveza, más fernet, en fin. Estaba muy sola.
-y, andas noviando?
-no... no. no. no, ja, no.
-bueno, pero siempre un huesito hay, jaja, o no?
Suertudas ustedes, muejes que siempre tienen un huesito. Por acá hacía rato que no pasaba ni un cartílago. Ni siquiera un músculo. Se acercaba un finde largo y mi único plan era descongelar el freezer, otra vez. Mi teoría es que cuando no tenes planes, surjen las mejores cosas. A mí me gusta improvisar. Como que no me gusta comprometerme a cosas que no se si voy a querer hacer. Aparte me acordé muy sobre la fecha que venía un finde largo. Bueno, no tenía con quién planear nada, ok. Mi gato y yo, ibamos a descongelar el freezer, limpiar y ordenar la casa, separar ropa que ocupaba lugar en el placard, y esforzarnos por ser cada vez más incogibles. Hasta que un mensaje de texto me sacó una sonrisa.
Continuará...
1 comentario:
opa opa opa... claramente si saco una sonrisa es porque venia con posible garche... opa opa opa... o alguien copado que ayudaba a descongelar el frezzer
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