1.9.10

El límite entre ser bueno y ser boludo...

... es muy finito. Y creo que lo pasé. Pero no por ser excesivamente buena, sino por ser excesivamente mala tomando decisiones. Y es como una racha que te agarra. Empieza por una cosita insignificante, y el resto de tu vida se contagia. Y obvio, siempre es inversamente proporcional a lo que le pasa al resto de las personas.
Por ejemplo, mi hermano se compró un auto, está muy feliz. Mi papá feliz, todos felices. Pero, a quién le vendieron el auto y la dejaron a pata un mes? y si, a mi. Está bien, mi hermano se copa prestandomelo. Pero no tendría que ser yo la que le preste MI auto, si es él el que cambia el suyo? No, obvio, Ayudante de Santa no puede competir con Prócer.
Seguido de eso, terminé mi curso de Dreamweaver en Dotzero. Fui feliz de no tener más los viernes ocupados hasta las 22 hs en el centro, era bastante paja. Y ahí me encapriché con seguir haciendo cursos de web y quién sabe porqué, quería ir a otro lugar. Entonces averigué en Da Vinci y me anoté a un curso de 6 meses de web profesional. Está bien, tenía que comerme de nuevo 8 clases de Dreamweaver pero mal no me iba a venir y después venia Flash y ActionScript, bien. Pero ustedes creen que fue una buena idea? Claro que no, tengo que ir a Corrientes y Junin todos los martes de 21 a 23 hs por 6 meses a verle la cara de pelotudo a un chabón que no sabe explicar una mierda, que no le entiendo nada (y eso que ya lo se) y que se cree tan capo que le gusta traducir todas las palabritas en inglés del programa al español, DENSO. Aparte no es que sepa inglés, cree que "select files" significa "seleccionar FILAS". Sisi, un capo, el plan perfecto para un martes a la noche.
Y la frutilla de la torta, fue cuando el mes pasado decidí comprarle a mi mamá un regalo de cumpleaños 2 meses adelantado. Como todos los meses tenía 200 pe para gastar en una farmacia del orto donde no había nada, decidí comprarla ahí y pagar la diferencia para comprarle una que sea muy linda (no se para qué, porque no es un adorno, solo plancha el pelo y la onda ahora son los rulos, guiño). Todo empezó mal cuando elegí el modelo y le pedí que me diera una que estuviera cerrada porque esa tenía despintada la parte de la marca (todavía no entiendo cómo no interpreté esa clariiiiiisima señal), y no había. Llamó a los otros locales. Era la última. Y se la pedían de otro local si yo no la compraba. No pude pensar bajo esa presión, me superó y la compré. Pagué la diferencia con tarjeta de crédito y disfrute la felicidad de mi mamá cuando se la di. Pero un mes después me vino el resumen de la tarjeta y para mi sorpresa, me habían cobrado la planchita entera, no la diferencia. Y papá la pagó. Qué bien! Y lo mejor es que mamá dejó de usarla porque dice que sale mucho olor a quemado. Todo cierra.
Qué tengo que hacer? Esperar que los astros tengan ganas de alinearse para mi? rezar y flahsear que por eso vayan a cambiar las cosas? reirme de mis desgracias y comermela doblada? o vivir una semana en la calle para poder realmente valorar todo lo que tengo y dejar de quejarme de pelotudeces?

2 comentarios:

LuGM dijo...

Yo voto por las opciones
Esperar a que los astros se alineen (solo por que me gusta la expresion)
reirte de tus desgracias y comertela doblada

jajaja Loviuu

asiqueque dijo...

OPCIÓN B
DEFINITIVAMENTE
OPCIÓN B, PIBA.
JAJA
T QUIERO